CANCÚN, POBRE CIUDAD RICA: Niza Puerto




Por Niza Puerto
LA CASA DEL JABONERO

Resulta lamentable, preocupante e indignante que el principal destino turístico del país y uno de los más importantes del mundo no cuente con un equipo de bomberos, y que por ello, los millones de turistas que arriban cada año y los casi millón y medio de habitantes locales estemos totalmente desprotegidos ante un eventual siniestro.


Por favor que alguien explique cuál es la función del gobierno municipal más que dar empleo a miles de burócratas y cobrar impuestos como predial, como cambio de uso de suelo, de densidades, y demás permisos, pero sin cumplir con ninguna de sus obligaciones, como brindar los servicios básicos de seguridad.

Lo ocurrido durante la semana pasada, en la que ultimaron a un alto mando policiaco, en una acción en la que se demuestra que los agentes no cuentan con la pericia ni para su autoprotección, y ahora con el voraz incendio en “Galerías el Triunfo”, en el que evidenció las deficiencias de los bomberos, ponen a Cancún a punto de la ingobernabilidad, de un vacío insultante de operatividad del gobierno municipal.

Gracias a Dios, en verdad gracias al Señor que el inmueble estaba deshabitado, que no hubieron heridos ni pérdidas humanas que lamentar; pero lo que hoy ocurre nos tiene a millones con el Jesús en la boca, rogando que no ocurra un incidente de este tipo de un hotel o en una plaza comercial.

Aquí, en esta columna, ya lo habíamos advertido, ya habíamos dicho que Cancún no cuenta con un cuerpo de bomberos con el suficiente equipo y que francamente haría el ridículo ante un eventual siniestro, siniestro que ya ocurrió y que lamentablemente no hizo más que el ridículo.

Lo siento mucho por los integrantes de esta institución, quienes están dispuestos a entregar su vida para salvar la de otros. Lo que nos preocupa es la falta de equipo, la forma en que llegan los tragahumo con su cubetita y su manguerita a tratar de sofocar un incendio. Y este es un muy serio llamado de atención no sólo a la próxima administración municipal –porque afortunadamente la actual ya se va-, sino también a los rapaces empresarios de Cancún, quienes bien podrían donar carros bomba bien equipados, hasta por seguridad propia.

Cómo se goza vivir en esta ciudad. Está a toda madre disfrutar de sus bellezas naturales, y para los empresarios, está chingón el explotar esta tierra hasta la última gota. Pero qué peligrosa es la irresponsabilidad y la poca madre de aquellos que no tienen la mínima voluntad de crear una localidad segura.
Y así vivimos millones de personas, sin policía, sin bomberos y sin atención médica inmediata. Una ciudad rica, muy pobre.

nizapuertop@gmail.com