Algunos ya se registraron y ya recorren la calle para ganar simpatizantes, pero los electores desconocen y desconfían totalmente de la figura de los candidatos independientes, que se pondrán a prueba en las elecciones de julio entrante.
Por Rafael Martínez
Bajo la premisa del hartazgo de la sociedad hacia los partidos políticos y a su excesivo financiamiento, que para el 2013 es de 3.7 mil millones de pesos, las candidaturas independientes abren brecha y, con palos y piedras, se presentan a la “guerra” electoral para hacer frente al ejército y al arsenal de los institutos políticos tradicionales.
Pero aun cuando Quintana Roo, Zacatecas y Durango presumen ir a la vanguardia en este nuevo rostro de la democracia, el primero de estos estados registra un precedente en la persona del fallecido Santos Antonio Carlos Miselem Asfura (1920 - 2008), un activista social y político quintanarroense, quien en 1964 fue candidato independiente a diputado federal, no siendo aceptado su registro como tal, y durante décadas luchó por las candidaturas ciudadanas, sin que la vida le permitiera ver lo que hoy es una realidad.
Fue apenas en marzo de este año, en un fallo histórico, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) abrió el camino para regular las llamadas candidaturas ciudadanas a través de los congresos estatales.
Al resolver una impugnación presentada por el PAN, PRD y PT contra las reformas aprobadas por el Congreso de Quintana Roo para regular las candidaturas independientes, los ministros del máximo tribunal dejaron firmes los artículos que establecen que ciudadanos sin militancia en algún partido político podrán contender por cargos en el Ayuntamiento, el Congreso e incluso por el cargo de gobernador, siempre y cuando logren acreditar un representación del 2 por ciento del padrón electoral del distrito, municipio o estado por el que participen.
Esta reforma también establece que a los candidatos ciudadanos se les deberá otorgar financiamiento público para la campaña, tiempos en radio y televisión y garantizar su acceso a actos de campaña para exponer sus ideas.
Pero el pleno de la Corte fue más allá al determinar que los congresos tienen la facultad para establecer los requisitos y candados para las candidaturas ciudadanas.
La sentencia, aprobada por mayoría, sólo aplica al caso de Quintana Roo, pero con este precedente los ministros dejaron abierta la posibilidad para que las entidades legislen libremente en materia de candidaturas independientes.
Así fue que, al margen de partidos políticos, por vez primera en un proceso electoral ocho ciudadanos presentaron sus solicitudes de registro como aspirantes a candidatos independientes a presidencias municipales y están en espera de que les sea aceptada:
Luis Javier Ortiz Cardín (para el ayuntamiento de Othón P. Blanco), Gelmy Candelaria Villanueva Bojóquez (Benito Juárez), Juan Bautista Espinosa Palma (Solidaridad), José Fernando Salazar Medina (Cozumel), Juan María Basto Chacón (Isla Mujeres), Gabriel Sifri Jiménez (Tulum) y Celestino Palomo Balam y Quintín Enrique Cervera Méndez (Felipe Carrillo Puerto).
También se registraron candidatos independientes para las diputaciones locales: por el Distrito I, Francisco Torres Lláne; para el II, Delfina Yolanda Méndez Aguilar y José Fernando Mendoza Espino; para el III, Manuel Manzo Méndez; para el IV, David Gómez Tox; para el V, José Meléndez Torres; para el VI, Carlos Gerardo Ortiz Merlos; para el VII, Raúl Ramón González Manzano; para el VIII, Niza Puerto Paredes; para el IX, Eduardo Galaviz Ibarra; para el X, Juan Lares Caamal; para el XI, Joed Saúl Pérez Calderón; para el XII, Fernando Javier España Vela; para el XIII, Armando Pérez y Virginia Betanzos Moreno; para el XIV, Ana Luisa Leal González y Luis Isidro Venegas Rodríguez; y para el XV, Gilberto Martínez Ríos.
El artículo 35 de la Constitución establece en su párrafo segundo que son derechos del ciudadano “solicitar el registro de candidatos ante la autoridad electoral corresponde a los partidos políticos así como a los ciudadanos que soliciten su registro de manera independiente y cumplan con los requisitos, condiciones y términos que determine la legislación, de acuerdo a la reforma que mediante decreto fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 9 de agosto de 2012”.
Visiblemente atareada, incluso agobiada, Gelmy Villanueva, quien podría ser la primera candidata ciudadana a la alcaldía de Benito Juárez, concede la entrevista, “nomás que rapidito porque sigo en la búsqueda de las 10 mil firmas que me piden para registrarme”, para demostrar el respaldo social para sus aspiraciones.
Asegura que el primer problema con el que se ha enfrentado es la falta de información de la ciudadanía sobre las candidaturas independientes, pues “al pedir el apoyo para las firmas ante la autoridad electoral, mucha gente duda, y aun cuando su respaldo es incondicional, no cree en la existencia de este tipo de candidaturas”.
Dice confiar en buenos resultados para “los sin partido”, pues está convencida que más del 60 por ciento de los electores no se identifica con ninguno de los institutos políticos.
“Creo que la ciudadanía va a recibir estas candidaturas con entusiasmo, pues saben del esfuerzo que deberán hacer los aspirantes por lograr el triunfo. Hay identificación social y eso es lo que vale”, señala.
Recuerda que en los años en que militó en diferentes fuerzas políticas como el PRI y después el PRD, son los grupos al interior quienes se reparten las candidaturas y muy difícilmente voltean hacia quienes picamos piedra y pedimos una oportunidad.
Su trabajo ha sido permanente desde hace más de 35 años como luchadora social, de frente a la gente, buscando siempre que se les doten los servicios y todo tipo de beneficios que por ley les corresponde.
Gelmy Villanueva fue también integrante del Frente Único de Colonos en los años setentas y ochentas, siendo militante del Partido Revolucionario Institucional, para después, en los noventas, pasar a formar parte de las filas del PRD.
“Siempre busqué la oportunidad de ser candidata a la alcaldía, porque busco servir a la gente de Cancún, porque conozco sus necesidades y porque sé que puedo ayudar, pero siempre se me negó y hoy encuentro aquí una posibilidad por la cual lucharé y moriré en la raya”, expone.
En igual canal se encuentran las aspirantes a la candidatura por las diputaciones VIII y XIII, Niza Puerto Paredes y Virginia Betanzos, respectivamente, quienes muy cuidadosas en sus declaraciones, “para evitar los llamados actos anticipados de campaña”, acceden a la entrevista, también “muy movidas” consiguiendo cada una las 2 mil firmas que les requiere la autoridad electoral.
Niza Puerto asegura que no necesita de “palos y piedras” para enfrentar este reto y, al igual que Vicky Betanzos, señala que el trabajo de muchos años y el trato a la gente es su principal carta de presentación.
“Los otros están cobijados por partidos políticos que podrán patrocinarles la campaña, pero nosotras somos libres, la gente nos conoce y nosotras conocemos a la gente. El trato es directo, porque somos cancunenses, de las pioneras de verdad”, apuntan.
“Mira -dice Niza Puerto-, la gente ya está hasta la madre de los partidos de siempre que sólo enriquecen a unos cuantos. Yo lo viví como candidata de un partido (el PT) considerado de los chicos a la diputación federal y vi la forma en que el dirigente se llenaba los bolsillos con el dinero de la campaña. Eso la sociedad lo sabe y es lo que repudia”.
Ambas consideran sumamente interesante esta nueva experiencia, en la que aquellos que logren su registro, abrirán brecha en este modelo electoral, al que ya no se le podrá dar marcha atrás.
En torno a los recursos económicos, afirman que si bien éstos serán el arma de los candidatos partidistas, los “independientes” cuentan con el recurso humano, que es la gente y su movilización.
“El patrocinio será el esfuerzo de muchos, el convencimiento de boca en boca, de persona a persona. Eso es lo bueno, eso es lo bonito del reto que está por comenzar”, confían.
“Y si los otros están dispuestos a repartir despensas y demás dádivas, desde ahora decimos a la gente que lo mejor es recibirlas, claro que sí, pero que recuerde que el voto es secreto, que no venda su conciencia”, apuntan.
FUENTE: LUCES DEL SIGLO