La cuota que solicitan para la inscripción de todos los alumnos es de 250 pesos o en su defecto el compromiso de llevar una silla, una lámpara, un lavabo o algún otro artículo que sirva para mejorar las condiciones de una escuela que se encuentra en pésimas condiciones.
Largas filas de papás a punto de inscribir a sus hijos pudieron verse este jueves, sin embargo, muchos de ellos estaban inconformes y otros más fuera de filas decididos a no dar ni un peso, no por rehusarse a brindar apoyo a la escuela, sino porque tienen muchos gastos a la vista y pocos recursos.
Los padres de familia señalaron que en esta misma zona hay una primaria en la que la inscripción se ha llevado a cabo sin ningún problema, porque los papás que pueden sí apoyan con las cuotas y quienes no, de cualquier forma aseguran el lugar de sus hijos.
Ante esto, hicieron un llamado a las autoridades correspondientes para que verifiquen lo que está ocurriendo y regulen la situación, pues la educación es lo prioritario y lo que menos quieren es que sus hijos pierdan un espacio en este plantel.
NEGACIÓN
Por su parte, la directora de la secundaria, María del Carmen Herrera Mena, negó que estuvieran condicionando el cobro, sin embargo, en ese mismo instante varios papás se acercaron a desmentirla, por varios minutos hubo bastante tensión entre quienes reclamaban y la directora.
Herrera Mena negó que estuvieran condicionando los espacios para el alumnado que no entregara el pago correspondiente, pero reconoció que se les estaba solicitando a quienes no pudieran pagar esta cifra a que cooperaran con algún otro material o con mano de obra, debido a que la escuela carece de muchas cosas.
Se les está pidiendo apoyo, los baños están muy deteriorados, no hay dinero, hay salones sin lámparas, una bomba se me acaba de quemar, necesito 200 sillas, me pasé todo el año pidiendo sillas”, expresó.
Algunos papás apoyaron en ese momento a la directora, al decir que no era justo que unos pagaran y otros no, sobre todo porque las autoridades de la Secretaría de Educación no les dan recursos, pero que simplemente no tienen a veces ni para comer.
La propia directora reconoció que todo se origina por la falta de apoyo del gobierno que simplemente no ha dado recursos para atender aspectos básicos del plantel escolar y es lo que los obliga a pedir el apoyo de los papás.
Oposición
“La cuota quedó igual que el año pasado y para mí el costo de esta no es mucho, a veces no entendemos que nosotros también tenemos que ser responsables de cómo está la escuela a la que van nuestros hijos”, opinó Isabel Suárez, una de las madres de familia a quien no le molesta dar esta aportación.
Este grupo de padres señalaba que son conscientes de que la Secretaría de Educación en Quintana Roo (SEQ) no aporta recursos suficientes para darle simple mantenimiento a las escuelas y que si ellos quieren tener un lugar adecuado para sus hijos tienen que cooperar, sin embargo, el resto de los papás reiteró que algunas familias apenas sobreviven día con día y 250 pesos representa cerca de cuatro días de pago.
Otros más que sí estaban pagando, insistieron en que lo grave del asunto es que es que pese a todos los anuncios que hay en los medios de comunicación y por parte de las propias autoridades educativas, quienes aseguran que ningún espacio en las escuelas está condicionado, llegan a los planteles, primarias o secundarias, y pasa lo mismo de todos los años, lo voluntario se convierte en obligatorio.
fuente: LA VERDAD