Policías y militares egipcios abrieron fuego contra partidarios del ex Presidente Mohamed Morsi, lo que dejó al menos 42 personas muertos afuera de una instalación militar en El Cairo, donde los manifestantes acampaban.
Las versiones sobre los hechos son contradictorios y hasta ahora ninguna se ha podido confirmar. De acuerdo con un portavoz militar, simpatizantes de Morsi, armados, intentaron asaltar el edificio castrense en la madrugada, lo que provocó los enfrentamientos.
Por su lado, partidarios del Mandatario depuesto dijeron que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra cientos de manifestantes que oraban esta mañana.
El Ministro de Salud, Khaled el-Khatib, indicó que había al menos 322 heridos.
Un testigo y Murad Alí, portavoz de la Hermandad Musulmana, organización política de Morsi, dijeron que militares dispararon contra los manifestantes en la madrugada afuera del edificio de la Guardia Republicana, donde los seguidores creen que el ex Mandatario está detenido desde que el Ejército lo derrocó el miércoles.
En un principio, Morsi estuvo recluido allí, pero después fue trasladado a una instalación del Ministerio de Defensa, cuya ubicación se desconoce.
El Presidente interino egipcio, Adly Mansur, ordenó la apertura de una investigación sobre los enfrentamientos, informó la televisión estatal.
"El presidente de la República encargó a una comisión jurídica investigar los eventos ocurridos ante (la sede) de la Guardia Republicana", anunció la televisión.
Previamente, uno de los opositores al presidente derrocado, Mohamed ElBaradei, igual que el Frente de Salvación Nacional (FSN), una coalición laica, habían pedido también una investigación.
Tras la masacre, el partido ultraconservador islamista Nur, que inicialmente apoyó la intervención militar, dijo que se retira de las estancadas negociaciones para formar un Gobierno interino que conduzca al país a unas elecciones.