Por: H. E. CAVAZOS ARÓZQUETA (@heCavazosa)
Ayer Andrés Manuel López Obrador, en entrevista con Carmen Aristegui, siguió decepcionando a muchos. Primero porque admitió que durante la campaña, que el señor era todo amor y toda indulgencia, solamente estaba actuando conforme a lo que sus publicistas le dictaban. Que él no era así, que a él le gustaba enojarse, despotricar contra sus adversarios y llamarlos por su nombre. En segundo lugar, escuchamos a un López Obrador vomitar sus vísceras, escupir falacias y repetir consignas. Abusando del argumento ad nauseam, insistiendo en el falso dilema, AMLO le demostró al electorado que él seguirá apelando al obnubilado obradorista y al ignorante elector.
Por otro lado, el tabasqueño hizo un llamado al "pueblo de México" a que el 8 de septiembre acudiera al Zócalo a "defender" el petróleo. A eso se reduce la defensa del artículo 27 constitucional para el Movimiento Regeneración Nacional y su líder y propietario: a llenar la plaza pública y corear eslóganes y chiflar mentadas cada que se mencione el nombre de algún rival político de Andrés Manuel; a alzar la mano, a salir a las calles, a hondear banderas y cantar el himno nacional con la mano izquierda en alto, también. Y nada más. El lopezobradorismo no piensa defender PEMEX mediante argumentos e intercambio de ideas; no habrá ni debate no discusión ni negociaciones. Todo se reducirá a sacar a la gente a marchar. ¿Dónde quedaron el genio, la inteligencia y la brillantez?¿Para qué? Si ser populista es más fácil que ser genio, inteligente o brillante.
MORENA no ha demostrado tener razonamientos o alguna tesis sólida para combatir la reforma energética que presentó el presidente Enrique Peña Nieto. Desnutrido en ideas y pobre en demostraciones, el movimiento que encabeza AMLO, a diferencia del PAN y del PRD, no cuenta ni con una contrarreforma o reforma energética propia. No tienen nada, salvo la disposición de todos los pejistas a acudir a la Plaza de la Constitución a gritar a todo pulmón que ¡no! ¡Y no y no y no y no! ¡A todo! ¡No!
Podrán decir que en el Proyecto Alternativo de Nación está la postura de López Obrador. Veamos cuál era la postura de este último en 2004 que escribió "Un proyecto alternativo de nación".
"El petróleo debe seguir siendo un buen negocio en beneficio de los mexicanos; claro está que bien administrado y explotado con racionalidad. Pero tampoco deberíamos descartar que inversionistas nacionales, mediante mecanismos transparentes de asociación entre el sector público y el privado, participen en la expansión y la modernización del sector energético o actividades relacionadas, siempre y cuando lo permitan las normas constitucionales".
Andrés, cuando se veía como el próximo presidente, también quería vender "nuestro" petróleo. Y nadie le dijo nada.