Al grito de ‘¡fraude!’, miles de opositores venezolanos salen a las calles con cacerolas




Al grito de “¡fraude!”, miles de opositores venezolanos hacían sonar cacerolas y bloqueaban calles con quema de neumáticos en algunas zonas de Caracas, en rechazo a la proclamación de Nicolás Maduro, delfín del fallecido líder Hugo Chávez, como presidente electo de Venezuela.

En los alrededores de la Plaza Altamira, en el este de Caracas, la policía militar se enfrentó a un grupo de opositores con bombas lacrimógenas, tras lo cual los manifestantes avanzaron por otras calles del municipio opositor de Chacao, constataron periodistas de la AFP.

“Fraude, fraude”, gritaban los opositores, exigiendo al Consejo Nacional Electoral (CNE), que dio la victoria a Maduro con el 50,75% de los sufragios frente al 48,97% de Capriles, el recuento de todos los votos.

Los opositores salieron a las calles luego de que Capriles convocó en la tarde a un cacerolazo para la noche de este lunes y a marchas el martes y miércoles ante las sedes del CNE, para exigir el recuento de votos, lo que el equipo de campaña de Maduro calificó de convocatoria a un golpe de Estado.

“Nuestro pueblo expresando la rabia que hay una vez que hemos visto todas las acciones por parte de quienes tienen el poder (…) nuestra lucha tiene que ser firme pero pacífica”, expresó no obstante Capriles, al convocar a rueda de prensa debido a los incidentes.

De las urnas a la ‘guarimba’

Mientras le prendía fuego a cúmulos de bolsas de basura, neumáticos y otros objetos en una concurrida avenida de Chacao, Rosiris Fernández, una estudiante de turismo de 25 años, argumentaba a la AFP: “No nos dejaron otra opción que la guarimba”, dijo al referirse a las protestas, como así se les llama en Venezuela, muy frecuentes a principios de los años 2000 contra el gobierno de Chávez.

“Esto es una manera de sacar la rabia que tenemos porque nos robaron la elección, es la única manera de defender nuestros votos. Vamos a seguir en la calle, en resistencia”, aseguró la joven, envuelta en una bandera venezolana.

Algunos golpeaban con palos y cucharas los postes de luz, otros sonaban pitos para hacer oír su desacuerdo con la proclamación de Maduro y los resultados divulgados por el CNE.

“Aquí hubo fraude, nosotros no sabemos dónde está la trampa, pero está. Aquí hay un pueblo en la calle. Esa mitad que no es pueblo para ellos. No me importa morirme por la democracia”, afirmó Miriam Palacio, de 62 años, mientras sonaba cucharones en media calle de la concurrida avenida Francisco de Miranda.

Tras salir de la ceremonia de proclamación en la sede del CNE, rodeado de miles de chavistas, Maduro advirtió al alcalde de Chacao, Emilio Graterón, que si “se pasa un centímetro de la legalidad, tendrá que pagar en la justicia”.

“Hoy estaban trancando la plaza Altamira, otra vez, pues que se queden solos ellos allá en Altamira, si quieren trancar Altamira que se queden allá, le tocará al alcalde de Chacao determinar si va a dejar que tranquen otra vez el municipio”, afirmó Maduro.

Los establecimientos comerciales permanecían cerrados en varias calles del este de Caracas, mientras que la policía de Chacao vigilaba varios puntos sin intervenir.

“Es un irrespeto proclamar a Maduro sin que se hayan recontado todos los votos de las elecciones como pidió el candidato Capriles, esto es un irrespeto”, dijo Ana Molina, técnica dental, de 45 años.

“Se ve, se siente, Capriles presidente”, “Queremos a Venezuela”, coreaba un grupo que portaba el estandarte venezolano y afiches con el rostro de Capriles.

En el acto de proclamación, Maduro reconoció que “hay una mitad mayoritaria y hay una mitad que es minoría”.

Caracas/AFP