Combate crimen tuiteando en España



Encontrar criminales, pedir ayuda e información para detener a narcotraficantes y advertir al público de nuevos métodos de estafa son algunos de los objetivos de la escuadra de casi medio millón de seguidores que el cuerpo de Policía español ha construido en Twitter.

"Si sabes de alguien, grupito de narcos o punto de venta de droga en España, cuéntanoslo a antidroga@policia.es #CONFIDENCIAL Lo trincaremos", decía un tuit reciente de la cuenta @policia, que alterna los mensajes institucionales con otros más informales e incluso jocosos que enganchan a los usuarios.

Ellos, por su parte, les envían información que desde enero de 2012 permitió detener a 300 presuntos traficantes de droga, así como avisos de posibles fraudes y páginas web donde se distribuye pornografía infantil.

"Ellos nos aportan un montón de información muy útil. Es un feedback muy potente para nosotros", dice el responsable de redes sociales de la policía, Carlos Fernández Guerra, sentado en su escritorio donde consulta regularmente su teléfono inteligente y su tableta.

"Son historias muy útiles que al final han revolucionado absolutamente la operativa policial en España y en muchas otras partes del mundo que nos utilizan como referencia", dice el responsable del servicio, de 39 años, que ha recibido visitas de representantes policiales de Latinoamérica, Corea del Sur, Túnez y Marruecos que querían aprender de la experiencia española.

Nacida en marzo de 2009 como un medio de contacto con la prensa, la cuenta @policia vio su número de seguidores dispararse con la llegada de este nuevo director, habituado a las redes sociales, que pidió al departamento de prensa que creara contenido para Twitter destinado al público general. 

Ahora, el número de seguidores es de poco más de medio millón, más que ninguna otra cuenta policial en el mundo a excepción del FBI, que reúne a más de 619 mil seguidores.

"¿Qué ha conseguido la cuenta de Twitter de la Policía? Pues indudablemente una capacidad de influencia para la Policía y una capacidad de llegar a la población que no había tenido nunca", estima Enrique Dans, profesor de los sistemas de información en la IE Business School de Madrid.

Además, está creando una visión de la policía distinta que puede llevar a la gente a colaborar, a ver al cuerpo de manera más cercana y más amigable, agrega.

Por ello, los agentes han recibido una entusiástica respuesta cuando han pedido a sus seguidores ayuda para atrapar a un sospechoso.

En 2012 consiguieron más de 5 mil retuits de un mensaje en el que pedían a los ciudadanos estar atentos por si veían a un ciudadano chino que había presuntamente asesinado a cuatro miembros de una familia en Gran Bretaña y, según sospechaban las autoridades de aquel país, había huido a España en autobús.

La Policía también utiliza habitualmente su cuenta para informar a los ciudadanos sobre las operaciones policiales, advertir sobre estafas y aconsejar sobre temas de seguridad pública.

"Ese #Gintonic 'cool' con fruta, verdura, flores... Se paga ¡pero es tan trendy! OJO: Si conduces tras beberlos, lo pagarás carísimo #DELITO", escribió recientemente, en un mensaje marcado como favorito por 405 usuarios y retuiteado por otros 2 mil 250.

"Tratamos de no ser muy aburridos o demasiado institucionales. Sino acaba repercutiendo en el desinterés del ciudadano", explica Guerra, que viste unos pantalones tejanos y una americana marrón.

Guerra, que no es Policía, dirige un equipo de seis jóvenes agentes con formación universitaria en áreas como psicología o sociología que gestionan Twitter y el resto de cuentas en redes sociales.

Además de tuitear, la unidad responde a cientos de mensajes que reciben en la red, generalmente privados.

"Sobre todo, tenemos preguntas de padres preocupados por la seguridad de sus hijos en internet. Tenemos muchas preguntas acerca de lo que es delito y no es delito en internet", dice la agente Elisa Rebolo, de 32 años, vestida con el uniforme azul de la Policía y con su oscuro cabello recogido en una cola de caballo.

"Antes, los ciudadanos se acercaban a la comisaría o llamaban al 091. Quizás esto es una forma más directa de relacionarnos con ellos", añade.